¡Leed esto, por favor!
Es una magnífica novela sobre la violencia entre niños. Una adolescente ha sido asesinada en la zona de Chiapas y un grupo de neurocientíficos viajan al escenario del crimen para comprender y aclarar ese horror.
La novela está escrita en segunda persona. La narradora forma parte de un equipo científico cuyo líder es el eminente Luis al que se dirige todo el tiempo. Volpi explora o las contradictorias personalidades de los dos investigadores y el misterio de su relación.
Todo en Partes de guerra es magistral, feroz y sorprendente.
Niños, fueron unos niños.
Así nos dijiste, Luis, con ese resplandor amarillento que de vez en cuando enturbiaba tus irremediables ojos verdes.
La madre de Dayana, una mujer maciza y diminuta, con un ojo ciego, dipsómana y malhablada, justo de mi edad, no acudió a la policía hasta pasado el mediodía, más de veinticuatro horas después de que su hija saliera de la escuela acompañada por sus amigos y la pesquisa se inició a regañadientes hasta la tarde del cuatro.
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29 de mayo
No estoy pinche loca, otra vez los VI.
Sus pinches miraditas.
Pienso en mil formas de vengarme de la PERRA, no se me ocurre nada que de veras la haga sentir mal.
Para empezar, le voy a decir k me devuelva el teléfono.
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¿Qué será hoy de la italiana? ¿Se habrá olvidado de ti o continuará pensándote con un ahogo en el pecho? ¿Aún trabajará en el laboratorio de Parma, habrá encontrado un nuevo amor o una nueva compañía, será más feliz o más infeliz que contigo? Desde que rompió con Fabienne, no he vuelto a tener noticias suyas. A veces la imagino en su tabla de surf, en alguna playa exótica a merced de una ola gigantesca, y pienso que salir victoriosa es lo único que le importa.
Si solo soy mi cerebro, los demás, todos los demás, no se encuentran allá afuera, en el vasto territorio del mundo, sino aquí, en la maraña de mis neuronas.
El único Luis Roth que existe permanece descuartizado en los cerebros de las mujeres que seguimos añorándote.
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