Artículo de opinión publicado en El País el 9 de septiembre de 2023
Lola Pons aborda la cuestión de la enseñanza de los clásicos. Y justifica plenamente la imposición de su lectura en los programas de literatura de Secundaria.
Leámoslo y luego debatimos:
Un libro perturbador en la mochila.
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| Niños comiendo uvas y melón (Murillo) |
EL TIEMPO DE LAS MOSCAS (CLAUDIA PIÑEIRO)
Reciente novela de la narradora argentina,Claudia Piñeiro. La narración del thriller deja paso en varios momentos a la reflexión feminista.
Inés, recién salida de la cárcel intenta reubicarse en el mundo después de cumplir condena de asesinato. Ha matado a la amante de su marido. Ella y su amiga de presidio, la Manca, mientras discuten y reaprenden nuevos conceptos sobre género, mujer y amor se enfrentan juntas a los conflictos personales y familiares que la nueva vida en libertad les depara. Y, sobre todo, a la amenaza que pesa sobre la familia de una de ellas...
Presento a continuación una captura del audiolibro que he cogido en préstamo en la Biblioteca Digital del Ministerio de Cultura a través de la aplicación EBIBLIO (extremadamente útil y recomendable). Porque , en este caso, no he leído la novela, la he oído.
EL PELIGRO DE ESTAR CUERDA (ROSA MONTERO)
Tenía pendiente la lectura de este ensayo desde hace tiempo. Lo terminé a trompicones. Pero no por ello disfruté menos de su lectura.
Rosa Montero resalta en este libro el peso que tienen en nuestras vidas aquellas experiencias, manías, percepciones,... que nos alejan de lo racional, lógico o conveniente. Concluye, la autora, que no hay nadie normal. Todos tenemos que aprender a convivir con esa vis surreal que forma parte medular de nuestra existencia.
Acude la escritora, para ilustrar su teoría, a ejemplos de la vida propia o de la de personalidades del mundo de la literatura y del arte, de la ciencia y de la filosofía .
El peligro de estar cuerda es un reportaje animado y extremadamente interesante.
Lectura de las PRIMERAS PÁGINAS
Algunas CITAS que subrayé al leer el libro:
Cuando Robert Louis Stevenson publicó en 1886 su novela, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, sacó a la luz algo que los humanos habíamos sabido muchos siglos antes, pero que habíamos olvidado. Algo que no podíamos reconocer porque no teníamos palabras para nombrarlo: que dentro de nosotros éramos muchos. Stevenson nos prestó palabras y con él empezó a derrumbarse la fiabilidad del yo y de la realidad, esa construcción de imaginaria, ese pétreo espejismo de certidumbre que imperaba en el siglo XIX.
No descubro nada cuando digo que al enamorarme locamente de alguien, no estamos viendo la realidad de ese alguien, si no que lo utilizamos como percha para depositar sobre él o ella el ectoplasma del amante ideal.
