La novia oscura es una novela en forma de crónica en la que Laura Restrepo reconstruye la historia de una prostituta colombiana de los años sesenta.
Sayonara llega, siendo una niña a Tora determinada a trabajar como prostituta. La reciben en el Dancing Miramar, el café más famoso de La Catunga, el barrio de las mujeres, donde se queda hasta convertirse en el mito erótico de la región. La niña desoirá la única regla de su profesión: no enamorarse.
Al mismo tiempo, la autora hace un retrato del ambiente prostibulario, de las duras condiciones de vida de los obreros de las petroleras, de la infravida de los indígenas, de los abusos de los hacendados, ...
Es un relato intenso y vibrante que merece ser escuchado o leído.
Fragmento:
He querido entender la pasión de esa mujer que no en vano llamaban Sayonara, y acompañarla por las rutas de su recurrente despedida. He querido saber cuál era el problema, pero parece ser una constante que el problema siempre es otro, y que detrás de los motivos que mueven a alguien suele ocultarse otro motivo. La vida se debate en aguas profundas mientras las palabras y las explicaciones resbalan sobre la lisura de la superficie.
Así está bien, pienso. Así debe ser. Que la memoria de la Sayonara quede donde debe estar, en las entretelas de la suposición y de la expectativa, medio velada y medio revelada por el recuerdo que otros tienen de ella. O de ellas. De las tres: Amanda, la niña y Sayonara. Y en cuanto a mí, que me baste con llegar al final de su historia con delicadeza. Con coherencia apenas y sin forcejeos, sin excesivos ajustes literarios y sin pretender aclarar el misterio de su trinidad. Debo dejar que su estela se extienda por entre las sombras, plural y liviana, evitando calcinarla al exponerla a la luz del día.