Os dejo poema de esa etapa, Canción de depedida; en él, Machado canta a un amigo y compañero de pensión que abandona Segovia. En el blog ENREDANDO ENTRE LIBROS podéis leer otros poemas del poeta inspirados en esta ciudad.
Como se marcha el buen amigo,
y el melancólico bordón
pulsa Recuero en su guitarra,
cantad conmigo esta canción
¡Torres de Segovia,
cigüeñas al sol!
Eduardo va de camino
por esos campos de Dios.
En los centenos, amapolas,
en los zarzales blanca flor.
Verdad que el agua del Eresma
nos va lamiendo el corazón
y que el festín de mariposas
acude al negro abejarrón;
mas a la clara despedida
no le pongáis más de un bemol.
Y en esta tarde de verano
cantad a plena voz
!Torres de Segovia,
cigüeñas al sol!