Compré esta novela un poco sin pensar, porque visité la Feria del libro de Madrid en junio y quería tener la firma de Millás. Y no me he arrepentido en absoluto.
En Ese imbécil va a escribir una novela, nos encontramos a un Millás en estado puro que nos arranca continuamente la risa con su estudiado desvarío. La capacidad de crear en personajes que no se toman demasiado en serio a sí mismos y que se miran con displicente ironía es una de las cualidades más atractivas del autor. Otro de sus motivos recurrentes es el peso que los encuentros casuales y las coincidencias poseen en la revisión de situaciones pasadas y en la reescritura de nuestro presente.
En cualquier caso, leedlo porque no tiene desperdicio.
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